La diabetes es una enfermedad cada vez más común entre la población y cada vez afecta más a perros y gatos.
La mala alimentación y el poco ejercicio son fundamentales para que esta enfermedad se desarrolle, aunque también hay factores genéticos (entre otros) que juegan un papel muy importante en la aparición de esta patología.
Mucha gente desconoce que la diabetes la pueden padecer nuestros compañeros peludos, así que os vamos a explicar en qué consiste, causas, tipos, tratamientos y consejos de alimentación para prevenir o paliar los efectos de la diabetes.
¿Qué es la diabetes?
La diabetes es una enfermedad que desarrolla tu mascota cuando no logra utilizar el azúcar (glucosa) de forma eficaz y controlar sus niveles de azúcar en sangre.
La insulina, que se produce en el páncreas, es esencial para regular el uso y el almacenamiento de la glucosa en sangre, dirigiendo este azúcar a las células para producir energía.
Si el organismo no produce la suficiente insulina, la glucosa permanece en la sangre y puede producir problemas muy serios como problemas de corazón, daños en los órganos (como la pérdida de la visión), derrames cerebrales y puede ser potencialmente mortal.
Al igual que en las personas, la diabetes en los perros es grave, pero se puede controlar.
Tipos de diabetes
Existen 4 tipos de diabetes y, aunque no hay cura, se pueden controlar mediante la nutrición, el ejercicio y en caso necesario, una medicación regular con insulina. Con una alimentación apropiada y los consejos de tu veterinario, tu mascota podrá seguir disfrutando de una vida activa y feliz.
Estos 4 tipos de diabetes se catalogan según el grado de funcionamiento del organismo para producir la insulina.
Diabetes tipo I:
También está denominada como insulinodependiente. Deficiencia absoluta de insulina. La diabetes tipo I se produce por un déficit de producción de insulina y, por lo tanto, necesita la administración de insulina de forma externa. Este tipo de diabetes es la más común entre los perros y los gatos.
Diabetes Tipo II
También recibe el nombre de no insulinodependiente. resistencia a la insulina: la causa es una pérdida de la función de las células beta (β) o la resistencia a la insulina. Esto último significa que, aunque se produzca suficiente insulina, esta ya no tiene ningún efecto sobre el metabolismo.
Diabetes mellitus secundaria
Este tipo de diabetes es causado por varias enfermedades subyacentes como la hiperactividad suprarrenal (enfermedad de Cushing) o la administración de glucocorticoides (cortisona), que pueden provocar resistencia a la insulina. Otras causas son la pancreatitis, el sobrepeso y las infecciones.
Diabetes mellitus gestacional
Las hormonas del embarazo, como la progesterona, tienen un papel importante al provocar un aumento del nivel de azúcar en la sangre. Una vez que la hembra ha tenido su camada, es posible que la diabetes desaparezca aunque en otras ocasiones esto no ocurre.
Causas
¿Qué causa la diabetes? La reducción de la producción de insulina suele deberse a daños en el páncreas.
El páncreas se encarga de producir la cantidad adecuada de insulina para controlar los niveles de azúcar. En algunos perros, los cambios hormonales o los medicamentos pueden reducir el efecto de la insulina.
Si el páncreas de tu mascota está dañado, pueden producirse síntomas a largo plazo y potencialmente mortales que deben ser controlados.
Los factores que aumentan la probabilidad de que tu perro desarrolle diabetes incluyen:
Estado físico
Los perros con sobrepeso u obesidad son más propensos a desarrollar diabetes, entre otras muchas patologías. Por lo que es de vital importancia que tu compañero esté en su peso óptimo
Edad
Los perros pueden desarrollar diabetes a cualquier edad, pero el punto crítico de aparición es cuando llegan a ser perros senior.
Sexo
Está demostrado que el sexo femenino tiene el doble de probabilidades de desarrollar diabetes.
Raza
Algunas razas de perros, como los samoyedos, los schnauzers miniatura , los caniches y los bichón frisé, tienen más tendencia a la diabetes que otras.
Alimentación
Una mala alimentación puede provocar que nuestro perro y gatos desarrolle diabetes, y en nuestra mano está alimentarlo de la mejor manera posible.
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Genética
En ocasiones hay un factor genético o hereditario que determina que tu perro o gato sea diabético.
Síntomas de la diabetes en perros y gatos
Si has llegado hasta aquí, seguramente te estés preguntado: ¿Cómo sé si mi perro o gato tiene diabetes?
El veterinario será quien te haga las pruebas correspondientes para diagnosticar esta enfermedad.
Sin embargo, existen síntomas comunes que pueden alertarte que algo no funciona correctamente y que tu peludo puede sufrir diabetes. Al igual que en la diabetes en personas, las señales de la diabetes en perros y gatos pueden variar en función de la fase de la enfermedad.
Los síntomas más comunes que te servirán para identificar es el “síndrome PPP” o “las tres P”.
1. Polifagia: aumento del consumo de alimentos y del apetito del animal.
2. Poliuria: incremento de las micciones.
3. Polidipsia: aumento de la ingesta de agua
Por otro lado, otros síntomas que nos pueden sorprender son:
• Pérdida de peso: pese a aumentar la ingesta o el apetito, el perro o el gato tiende a adelgazar a causa del consumo de reservas de lípidos intracelulares.
• Letargo: al no poder procesar la glucosa correctamente, la energía disminuye hasta el punto de presentar una actitud más calmada y con poca actividad.
• Cataratas: en fases avanzadas de la enfermedad, los perros y gatos pueden sufrir cataratas a causa de la hiperglucemia.
• Mal aspecto y calidad de la piel y el pelo.
• Mala cicatrización de las heridas
• Cetoacidosis diabética (CAD): con un tratamiento equivocado o si la diabetes no ha sido detectada, puede pasar que las células del cuerpo ya no reciban suficiente azúcar como fuente de energía. Esto provoca una producción excesiva de cuerpos cetónicos mediante la descomposición de las grasas. El aumento de la concentración de cuerpos cetónicos (cetosis) lleva finalmente a una acidificación de la sangre (acidosis). Esto deriva en cambios de electrolitos que pueden provocar vómitos, debilidad y condiciones que ponen en peligro la vida.
Diagnóstico
¿Cómo diagnosticar la diabetes? El veterinario realizará un examen clínico general para determinar el estado general de tu perro o gato.
A continuación, el veterinario llevará a cabo un examen especial. Para ello se extrae sangre del perro y se recoge orina para determinar parámetros importantes como el nivel de azúcar.
Como el nivel de glucemia está sujeto a fuertes fluctuaciones debido, por ejemplo, a la alimentación o al estrés, se recomienda medir la fructosamina: es un compuesto que se forma cuando la glucosa se combina con proteínas. La prueba de la fructosamina determina la cantidad de fructosamina (proteína glicada) en sangre. Las moléculas de glucosa se unen a las proteínas de la sangre por un proceso conocido como glicación
Si se sospecha de pancreatitis también se pueden determinar referencias específicas como la amilasa y la lipasa.
El aumento del azúcar, de las proteínas y posiblemente de los cuerpos cetónicos, así como de la cantidad de orina, corroboran la sospecha de diabetes.
Dado que un nivel de azúcar en la sangre elevado puede provocar incrustaciones de azúcar en el ojo, el riesgo de desarrollar cataratas aumenta. Por eso siempre se debe medir la presión sanguínea y realizar un examen ocular.
Tratamiento de la diabetes en perros y gatos
El veterinario será la persona que debe indicar el tratamiento a seguir para tu peludo asegurando su máximo bienestar y salud.
Las pautas más comunes para tratar la diabetes en perros y gatos son:
Administración de insulina
Las inyecciones de insulina son fundamentales para estabilizar los síntomas de la diabetes y prevenir posibles complicaciones derivadas. Tu veterinario te guiará en todo el proceso de administración de insulina: cuánto, cómo y cuándo.
Alimentación y dieta
La alimentación es el factor principal en el control de la diabetes en humanos, perros y gatos. Los peludos necesitan una dieta equilibrada alta en proteínas de calidad y sin carbohidratos como los cereales, el arroz o el maíz, para evitar los picos de glucosa en sangre.
Por lo tanto, eliminar los piensos y darle la alimentación natural es el primer paso que debes seguir para controlar la diabetes en tu peludo.
La fibra es especialmente importante para controlar la enfermedad, ya que un nivel moderado o elevado puede reducir las necesidades de insulina y niveles de glucosa en sangre. La fibra también hace que el cuerpo responda mejor a la insulina.
¿los perros pueden comer manzana? La manzana aporta mucha fibra, ideal como alimento para perros y gatos con diabetes (como snack o premio, en vez de productos ultraprocesados)
Elimina los carbohidratos de la alimentación de tu perro o gato, y la mejor manera de hacerlo es ofrecer alimentación natural. La mayoría de los piensos contienen cereales en un porcentaje altísimo que no beneficia la salud de tu peludo.
Ejercicio físico
Los paseos y el ejercicio físico regular del animal son esenciales para controlar los niveles de azúcar en sangre.
Las personas que realizan ejercicio físico de forma regular, son las personas que mejor controlan la diabetes, y lo mismo ocurre con tu perro o gato.
El ejercicio físico aumenta la absorción de la insulina desde el lugar donde se produce el pinchazo, hasta la sangre. Disminuye los requerimientos de insulina ya que mejora la sensibilidad a la misma y el cuerpo tiende a utilizar más glucosa por lo que se produce una reducción de los niveles de azúcar mientras se realiza ejercicio.
La rutina es clave, por lo que la alimentación, el ejercicio y en caso necesario, la medicación, se deben mantener en el mismo horario cada día. Esto ayuda a que los niveles de glucosa se mantengan estables.
Además, tienes que marcar con tu veterinario las revisiones necesarias para llevar un correcto control de la enfermedad
Consejos nutricionales
Nuestro consejo principal es alimentar a tu perro o gato con comida natural, pero además os dejamos más consejos muy beneficiosos para mejorar la vida de nuestros peludos:
Eliminar el consumo de productos ultraprocesados
Esta es la etiqueta donde aparecen los ingredientes de un pienso de una marca mundialmente conocida, formulado para perros diabéticos:
COMPOSICIÓN: Cereales, subproductos de origen vegetal, carnes y subproductos animales (pollo 9%), extractos de proteínas vegetales, aceites y grasas, sustancias minerales. Fuentes de carbohidratos: Trigo, maíz, cebada, avena.
Este tipo de alimentación contienen un altísimo porcentaje de cereales y subproductos.
Recuerda que los ingredientes que aparecen en las etiquetas van de mayor a menor porcentaje.
Reducir el consumo de carbohidratos
Los carbohidratos como los cereales, el arroz, el maíz o los guisantes, por ejemplo, generan picos altos de glucosa en sangre y pueden provocar una hiperglucemia y otras consecuencias perjudiciales para la salud de los perros y gatos. Evítalos en la dieta de tu peludo.
Consumo de proteínas biodisponibles, de alta calidad y aumento de fibra.
Los perros y gatos utilizan la proteína y las grasas de la carne y la fibra de los vegetales para generar energía sin que su organismo eleve los niveles de azúcar en sangre.
Las grasas animales aportan la mayoría de la energía que tu perro o gato necesita sin necesidad de tener que darles carbohidratos (salvo los que obtienen de las verduras de hoja verde)
Establecer unos horarios fijos de comida
Al igual que ocurre con las personas, es importante seguir unos horarios de comida para poder controlar el azúcar en sangre. Y así también poder medir el azúcar siempre a la misma hora.
Beber suficiente agua
Siempre tiene a libre disposición agua limpia y fresca. Es de vital importancia que tu perro o gato estén bien hidratados.
Incluir algunos suplementos
La cúrcuma tiene propiedades antiglucémicas, que ayudan a controlar el azúcar en sangre.
La espirulina tiene varios efectos benéficos que permiten su uso como ayudante en la prevención y tratamiento de la diabetes. Es un nutriente con beneficios nutraceúticos y funcionales, con potente actividad antioxidante, que incide en un mejor control glucémico y puede ser útil en el manejo de las posibles complicaciones que acompañan a la diabetes.