Epilepsia en perros: causas, síntomas y tratamiento

Epilepsia en perros: causas, síntomas y tratamiento

En este artículo os vamos a hablar sobre la epilepsia, una enfermedad que sufren nuestro perros y gatos cada vez más a menudo (Por desgracia).

Hemos consultado con una experta en Epilepsia que lleva muchos años luchando para que su perra sufra menos ataques. Aquí os dejamos su artículo con el que aprenderéis muchísimas cosas sobre esta enfermedad:

"Hola, mi nombre es Lorena. Soy terapeuta de medicina natural e integrativa.

Decidí estudiar sobre la epilepsia ya que mi perra, Nami, la desarrolló y yo también tenía problemas de salud. La medicina convencional no pudo solucionar nuestros problemas, así que yo misma me dediqué a investigar y a formarme para mejorar nuestra calidad de vida.

A día de hoy, me dedico a ayudar a personas y animales con problemas de salud. Me llena ayudar a la gente que está pasando por lo que yo he pasado.

Hoy os hablaré sobre la epilepsia, en este caso, canina y felina, ya que hay mucho desconocimiento sobre sus posibles causas y tratamientos.

Nami desarrolló la epilepsia con apenas 10 meses de vida. Durante 5 años, he investigado y aprendido mucho acerca de esta enfermedad.

La epilepsia es una enfermedad del sistema nervioso caracterizada por crisis espontáneas recurrentes, sean convulsivas o no, y posible pérdida del conocimiento.

Estas crisis son un síntoma de una alteración en el organismo, cuando hay algo en el cuerpo que no funciona correctamente es cuando pueden darse los ataques epilépticos.

La epilepsia puede tener muchas causas. Lo importante es descubrir la raíz del problema para poder solucionarlo. Personalmente opino que hasta que no esté descartado todo no me atrevería a decir que la epilepsia es idiopática (que no se sabe su origen). Por desgracia, a veces se dice demasiado pronto y se tira la toalla por falta de información (o implicación) por parte del veterinario o por parte del propietario del animal.

En el caso de Nami, sufre una epilepsia refractaria, que quiere decir que no le hace efecto ninguna medicación anticonvulsiva. Obviamente, porque hasta que no se trate la causa, no mejorarán las crisis.

Más adelante os digo cuál es la causa de su epilepsia.

Tipos de crisis epilépticas:

- Crisis generalizada tónico-clónica.

Se produce una pérdida brusca de conocimiento, que puede originar una caída al suelo, seguidamente presenta rigidez de todo el cuerpo (fase tónica) que se sigue de otra fase en la cual se producen movimientos convulsivos rítmicos de las cuatro extremidades (fase clónica). Durante estas crisis los animales pueden morderse la lengua, pero no tragársela por lo que es muy importante no introducirle nada en la boca y mucho menos la mano, ya que pueden morder con mucha fuerza y no abrir la boca, la mandíbula se queda rígida y el perro está inconsciente. Se puede hacer sus necesidades encima y tirar espuma (de saliva) por la boca. La recuperación puede tardar unos 30 minutos o incluso quedarse medio ausentes durante dos días.

- Crisis generalizada de ausencia.

Se produce una pérdida del contacto con el entorno, el animal permanece inmóvil y con la mirada fija (como si se le desconectara el cerebro). En ocasiones asocian algún tipo de movimientos oculares, parpadeo y de otras partes del cuerpo. Suelen ser de corta duración, en general pocos segundos y se produce una recuperación rápida.

- Crisis generalizada mioclónica. Se manifiestan en forma de sacudidas breves de una parte o de todo el cuerpo, en general suelen afectar a miembros superiores.

- Crisis focales o parciales.

Movimientos de zonas concretas del organismo (movimientos de cara, extremidades o mordisqueo) y no se produce alteración de la consciencia. En ocasiones, el animal puede aullar más de lo habitual, perseguir objetos inexistentes, volverse excesivamente agresivo o presentar dificultades locomotoras. En estos casos, sí se puede producir alteración de la consciencia.

¿Cómo actuar ante una crisis epiléptica?

- Mantener la calma. Es normal ponerse nervioso y pensar que nuestro animal no va a despertar, sobre todo en los primeros ataques, pero es muy importante mantener la calma, si nos ponemos nerviosos y alterados o a gritar y llorar el animal lo percibirá y se podría agravar la situación.

- Reducir al máximo los ruidos y luces.

- Si el animal es pequeño será más fácil de manejar, si se puede, mejor moverlo a una superficie blanda, pero siempre en el suelo, para que no sufra una caída. En animales más grandes se puede colocar un cojín en la cabeza para que no se golpee con el movimiento involuntario o si no se tiene nada a mano, poner tus manos debajo de la cabeza y sujetarla. Si pasara en la calle es importante tenerlo bien atado ya que en el momento del pre-ictus o el post-ictus puede asustarse con cualquier cosa y salir corriendo.

- Apartar muebles u objetos con los que pueda chocarse. Al despertar del ataque el animal estará desorientado y caminará “borracho” o pueden incluso perder la visión durante un tiempo.

- Ponerle el enema de Diazepam para relajar rápidamente y que la crisis dure menos.

- Esperar a que se pase el ataque y mientras podemos hablarle de forma dulce y tranquila.

- Una vez esté totalmente consciente, ofrecer comida y agua. En un ataque desgastan como si corrieran una maratón, por lo que ese día y al siguiente habría que darle más ración de comida.

- Después de todo, hay que dejarles descansar. En ocasiones hay animales que siguen muy excitados después de haber sufrido el ataque, se puede ayudar con algún relajante natural y creando un ambiente de calma.

- Acudir al veterinario en el caso de tener muchos ataques en 24h o en el caso de que no se le pare el ataque.

Posibles causas:

- Problemas cerebrales: Tumor, malformación (puede ser de nacimiento o provocada por un traumatismo), inflamación, hidrocefalia, encefalitis, meningitis…

- Bajo nivel de oxígeno en sangre. El oxígeno no llega al cerebro y este colapsa.

- Problemas cardíacos.

- Anemia. Se puede convulsionar por anemia, pero habría que investigar la causa de esta falta de hierro, para poder solucionarlo.

- Envenenamiento o intoxicación.

- Problemas hepáticos. El hígado es el que se encarga de desintoxicar la sangre que circula por todo el organismo, por lo que si no funciona correctamente, se intoxica todo el cuerpo. Por ejemplo, podría tratarse de un Shunt portosistémico.

- Problemas hormonales. Cualquier alteración en las hormonas puede afectar al sistema nervioso. Por ejemplo, una mala función tiroidea. Hipo e hipertiroidismo.

- Gen relacionado con la epilepsia en el cromosoma 37 canino. Si, también puede ser genética.

- Parásitos intestinales.

- Enfermedades infecciosas (toxoplasmosis, babesiosis, ehrlichiosis, lyme, moquillo, parvovirosis, candidiasis y cualquier tipo de infección ya sea provocada por bacterias, virus, parásitos u hongos)

- Fotosensibilidad. Por cambios bruscos de luz.

- Diabetes. Los picos de glucosa, tanto altos como bajos son muy peligrosos y pueden llevar a provocar convulsiones y pérdida de consciencia.

- Insulinoma. Un insulinoma es un tumor en el páncreas que provoca hipoglucemias, ya que hace que el páncreas produzca demasiada insulina. Las hipoglucemias, que son bajadas de azúcar en sangre, pueden provocar convulsiones, desmayos, coma e incluso la muerte.

- Problemas intestinales y disbiosis intestinal (desequilibrio de la flora). Esto puede provocar hipersensibilidad alimentaria o alergias, tanto alimentarias como ambientales o a químicos. Esta es la causa de la epilepsia de Nami y la de la mayoría de perros a los que estoy tratando.

La respuesta a porqué Nami (y muchos otros perros/gatos) no absorbe la medicación es porque tiene mala absorción intestinal a causa de la disbiosis.

Os explico un poco más:

El intestino está directamente conectado al cerebro, de hecho, este cuenta con algunas neuronas. Un desequilibrio en la flora intestinal (o microbiota) provocará una mala absorción de nutrientes (déficit de cualquier vitamina, aminoácido, mineral…) Una deficiencia de Zinc o de Vitamina B12 puede provocar problemas neurológicos, en ocasiones irreversibles. Este desequilibrio también provoca un sobre crecimiento de bacterias u hongos, creando infecciones.

La disbiosis puede ser provocada por haber sufrido en algún momento de su vida una enfermedad infecciosa (parvovirus, moquillo, leishmaniosis, toxoplasmosis…) o parásitos intestinales. Estos matan la microbiota y crean una permeabilidad intestinal (agujerean la pared intestinal, dejando pasar todos los tóxicos que el intestino está preparando para expulsa en forma de heces, pasen a la sangre, la sangre llega al cerebro y es cuando provoca los problemas neurológicos). Otra causa de la disbiosis es la toma de antibióticos, antiparasitarios o medicación. El estrés crónico también es una causa de disbiosis, ya que hace que el cuerpo se mantenga siempre alerta y el digestivo deje de funcionar. Por último, otra de las causas de la disbiosis es la alimentación basada en procesados y alta en cereales, como es la comida seca (pienso).

La dieta será clave para reequilibrar la flora intestinal y la absorción. La dieta ideal para este problema, sería una dieta natural, basada en alimentos reales y lo menos manipulada posible. Aunque la alimentación natural de un perro es la carne cruda, en ocasiones, cuando el digestivo está dañado, es mejor empezar por una dieta más fácil de digerir (por ejemplo, se puede hacer BARF y cocinarla ligeramente u optar por comida natural deshidratada). En nuestro caso, después de probar con muchos tipos de alimentos y hacer dietas de descarte, la que mejor hace que Nami tenga menos problemas digestivos es la comida natural deshidratada de Naturalwil.

También será clave que los snacks que les demos sean lo más naturales posible.

Además habría que hacer un trabajo para regenerar mucosa y repoblar microbiota, ya que una microbiota ya tan dañada como para crear convulsiones, no se regenera por sí sola. (Leer nuestro post probióticos naturales para perros y gatos)

Es importante contar con el apoyo de un profesional de la salud que entienda sobre este proceso.

Tratamiento farmacológico:

Hay muchos medicamentos para tratar de parar o espaciar los ataques, los más utilizados son: Fenobarbital, Imepitoína, Levetiracetam, Bromuro de potasio, Gabapentina, Topiramato, Zonisamida…

Hay que saber que estos medicamentos pueden dañar los órganos, por lo que hay que ir haciendo analíticas cada X tiempo para asegurarse de que está en los niveles correctos y dar un protector hepático.

Hay muchos animales que aunque estén medicados (incluso combinando 3 o más medicaciones) no logran controlar las crisis. Con Nami llegamos a probar 7 medicamentos diferentes a la vez, sin ningún éxito.

Tratamientos alternativos o complementarios al tratamiento farmacológico:

Los tratamientos alternativos y naturales lo que buscan es tratar la causa de forma integrativa, no sólo paliar los síntomas, por lo que es importante darle tiempo y tener mucha paciencia (algo que me ha costado aprender) y constancia.

- Alimentación. Lo primero que se debe hacer es cambiar la alimentación, a una alimentación natural. Nosotros hemos probado con muchísimas dietas pero realmente la que a Nami le sienta muy bien y le produce menos ataques epilépticos es la comida natural deshidratada de bacalao sin cereal

- Suplementos. Hay muchos suplementos que podrían ayudar a equilibrar la dieta y la microbiota. Esto debe aconsejarlo un profesional de la salud.

- Aceite de CBD. El CBD es la parte medicinal del cannabis. Se utiliza mucho en animales, personas e incluso en niños epilépticos con muy buenos resultados. A veces incluso se puede llegar a bajar la medicación o no llegar a tomarla nunca. Es importante encontrar un CBD puro, que no esté adulterado, no vale cualquiera. Lo mejor es consultar a un profesional que entienda del tema.

- Acupuntura. Al igual que con todo lo demás será muy importante encontrar a un profesional que se implique y tenga alguna idea sobre epilepsia, ya que hay que saber qué tratar con la acupuntura y si no dan con la tecla de nada servirá.

- Fitoterapia y herbodietética. Hay muchas plantas que son antiespasmódicas, relajantes y antiepilépticas. No se pueden dar sin supervisión de un profesional, ya que también pueden ser tóxicas dependiendo de la dosis.

- Terapias holísticas y energéticas. Reiki, Craneosacral, Kinesiología, etc, también pueden ser de ayuda.

- Etología. En ocasiones, contactar con un educador especialista en comportamiento animal puede ayudar. Enseñar cómo gestionar el estrés y el miedo al animal (y a su humano) es importante, ya que a veces el detonante de una crisis es una situación de miedo y estrés. Y como ya he dicho antes, el estrés crónico puede ser una causa de disbiosis y esta, de las crisis epilépticas.

- Flores de bach. Pueden ayudar a equilibrar emocionalmente y calmar al animal, ya que ellos también tienen emociones como los humanos.

- Esto quizás os parece raro, pero el humano del animal en cuestión, también debería tratar sus dolencias (sean físicas o emocionales), ya que los animales absorben mucho de nosotros. Por ejemplo, cuando el humano tiene estrés, eso se lo trasmitimos al animal. En mi caso noté mejoría en Nami, cuando empecé a mejorar yo.

- Seguro que hay más cosas que todavía yo no he probado o descubierto, pero nunca hay que dejar de buscar e informarse.

Os animo a no rendiros y a luchar, porque en la mayoría de los casos, hay cura.

Podéis ver la historia de Nami o contactarme desde su instagram: @nami_huskysiberiano

O podéis escribirme a través de mi instagram: @lore_seamountain o a mi whatsapp: 661386829 "

Esperamos que os haya gustado este artículo y hayáis aprendido más cosas sobre la epilepsia.

Para nosotros es de gran utilidad estar en contacto con personas tan preparadas como lo está Lorena porque no dejamos de aprender cosas sobre esta patología.

Y queremos darla las gracias por dedicarle tanto esfuerzo y estudio para así ayudar a su preciosa Nami y a multitud de perros enfermos.

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