EL PERRO SIEMPRE MUERDE POR UN MOTIVO
Los perros no muerden por nada, dicen los expertos. Siempre hay una razón para que un perro muerda.
La mayoría de las mordeduras de los perros se producen durante nuestra relación cercana con ellos -a la hora de los mimos o al darlos de comer- y en la forma de interactuar con ellos no siendo muy entendedores de su comportamiento o por no saber interpretar sus formas de vida para con otros perros.
Al cabo de un año se pueden producir miles de casos de mordeduras de perros en España -millones en los Estados Unidos-, muchas de ellas incluso pueden llegar a ser letales, tal y como hemos podido leer o ver en los apartados de sucesos de periódicos, en las redes sociales o bien abriendo los telediarios últimamente, sucesos que se le ponen a uno los pelos de punta, como el caso de dos mujeres, madre e hija, muertas por ataque con mordiscos por varios de sus varios perros –eran ocho y varios las atacaron de muerte-, en su propia casa y de manera bastante violenta e incomprensible.
El perro es un animal y como tal, aunque es un tipo de animal doméstico o de compañía, no se excluye que pueda ser en ciertas ocasiones imprevisible en sus actos para con sus dueños o con cualquiera que interactúe en cualquier momento con él.
Estos casos de muerte por mordedura de perro generan bastante escándalo y mucho debate: que si hay que endurecer las leyes para la tenencia y el trato con los perros y clasificarlos por su peligrosidad, si se tiene que restringir o prohibir zonas a la hora de las salidas a paseo con ellos donde compartan espacios con los humanos -sobre todo si son en zonas infantiles o donde predominan los niños- etc, incluso endurecimientos en las responsabilidades penales para los dueños, pero la realidad es que las muertes por mordedura de perro son un tipo de casuística que no es para nada lo más común dadas las cifras que se dan con respecto a los incidentes que se pueden provocar de menor peligrosidad, cuya incidencia es, como hemos hablado anteriormente, bastante usual en cualquier parte del mundo en la interactuación con ellos.
Nosotros seguimos manteniendo que realmente el perro no es el ser peligroso por naturaleza y sí lo es más el ser humano, el dueño que lo lleva y lo educa -o no- pero eso no quita para que pueda darse cierta imprevisibilidad en ciertas circunstancias, ciertos ejemplares y efectivamente, con ciertas carencias de educación o una falta de responsabilidad del dueño o del grupo familiar a la hora de la educación o del entrenamiento, por lo que un perro equilibrado, bien educado y entrenado difícilmente podrá tener un comportamiento imprevisible de tal calibre y nos quitamos una gran probabilidad de que así ocurra.
Por todo esto es muy necesario el educar al perro de la mejor manera posible y también educar a todo el grupo familiar –sobre todo a los peques de la casa-, educarse a uno mismo y lograr entender cómo se comportan nuestros peludos y qué hace para poder evitar sus mordiscos letales, así como poder corregirles este peligroso comportamiento.
RAZONES POR LAS QUE LOS PERROS MUERDEN
Varias son las razones básicas por las que los perros pueden morder:
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La protección o la posesividad canina.
Algo que es un comportamiento básico de cualquier animal, incluso del humano. El perro protege su comida, su agua, su estancia, donde duerme o lo que piensa que es su territorio o la propiedad de su dueño que él se arroga en defender como si fuera la suya propia.
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Cuando un perro está enfermo o le duele algo, ya sea el perro más tierno y simpático del mundo también muerde.
Cualquier acercamiento a las zonas doloridas o a las heridas que padeciera el perro puede hacer que te suelte un “tarascazo”.
Hay que acercarse con mucho cuidado y con bastante seguridad para hacerlo y esto es algo que un niño no lo entiende por lo que siempre hay que tenerlo muy en cuenta para que se pueda evitar un lamentable percance con el animal.
En nuestro post de consejos para que perros y niños jueguen juntos hay ciertas pautas que te ayudarán a evitar peligrosos encuentros entre perros y niños.
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El instinto de caza del perro puede provocar mordeduras.
Sobre todo puede ocurrir con razas de perro especialmente diseñadas para la caza, donde el perro persigue siempre un objetivo -comportamiento por otra parte muy de animales de todo tipo, también en los felinos como los gatos-.
No hay que olvidar que actividades como el paseo o el correr o ir en bicicleta con él pueden despertar en el perro el instinto de cazador que llevan dentro y que pueden desembocar en la persecución y finalmente en un mordisco.
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El instinto maternal puede llevar a la mordedura.
Hasta una perra mamá bien educada y entrenada puede llegar a morder si considera que está en peligro la integridad de su prole cuando esta son cachorros por lo que, una vez más sabiendo que el objetivo principal de las mordeduras de perro son los niños, se les debe enseñar a que no se acerquen a los cachorros cuando la mamá perra esté cerca, asegurándose siempre que se encuentren en un lugar donde perra y cachorros se sientan seguros.
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Un perro con miedo también muerde.
Lo más normal es que los perros sean más temerosos con los extraños y hacia ellos vayan dirigidos sus mordeduras.
El cartero, el veterinario, el del gas o del teléfono o incluso ciertos amigos con los que casi nunca o nunca han tenido relación alguna son los objetivos fundamentales de sus ataques.
Debes enseñar a tu perro a comportarse de manera normal en las situaciones donde se producen este tipo de encuentros, así como de intentar asesorar con lo que conoces de tu peludete a todos aquellos extraños para él o poco asiduos a cómo comportarse cuando se aproximen a las cercanías del perro.
Una buena forma de ayudar a que no se den este tipo de situaciones es hacerles unas visitas a ellos para provocar cierta primera socialización, un primer acercamiento.
Esto tanto al perro como a los terceros les vendrá muy bien para consolidar cierta confianza mutua tan necesaria para la interactuación.
SEÑALES DE ADVERTENCIA DE LA MORDEDURA DEL PERRO
Como hemos hablado antes es muy necesario que sepamos, a la hora de tener una compañía perruna, cómo poder interpretar su expresión corporal así como saber de su instinto animal para poder ser conscientes de toda señal que pueda avisarnos de un ataque y evitar ser mordidos o que otro sea mordido, por muy sutiles que estas señales sean.
Un perro puede parecer tolerar que cualquiera -un niño, por ejemplo- lo moleste o incordie repetidamente y durante mucho tiempo y un día va y le pega un mordisco, siendo una sorpresa para todos.
Lo más probable ante esta situación es que durante todo ese tiempo el perro haya dado muchos indicios de advertencia y nadie haya reparado en ellos hasta que ya ha sido el bocado perruno inevitable.
La paciencia de un perro también tiene límites, aunque según los casos, las circunstancias y las razas, sean mayores o menores (puedes leer nuestro post sobre las razas más tolerantes con los niños, por si te sirve de alguna utilidad).
Los signos que pueden indicar una mordedura de perro más comunes señaladas por todo profesional de comportamiento perruno, también llamado etólogo, son:
- Cuando el perro se levanta y se aleja del individuo que le atosiga o molesta.
- Cuando sus orejas se encuentran hacia atrás o se le eriza el pelo de la parte cercana al cuello.
- Cuando gira su cabeza.
- Cuando te mira con esa expresión de súplica.
- Cuando se puede observar el blanco de los ojos por la parte de abajo en forma de media luna.
- Cuando el perro bosteza estando la persona o el niño cerca interactuando con él. Puede ser para mostrar sus dientes como una signo de advertencia.
- Cuando se lame mucho las partes del cuerpo o las pezuñas, por ejemplo, o bien se rasca o se mordisquea mucho.
- Cuando se sacude de cierta manera, como si estuviera mojado, una vez ha acabada la molestia del humano.
- El paralizarse ante un roce o caricia y la mirada intensa también puede ser un aviso de que en cualquier momento puede dar un mordisco.
Puedes pensar ante todas estas situaciones que el perro está encantado de que le toquen, le besen, le abracen y le pisen constantemente, pero si ves alguno de estos signos es conveniente que intervengas y le rectifiques inmediatamente para evitar que el perro pueda llegar a lanzar algún mordisco.
CÓMO SE PUEDEN PREVENIR LOS MORDISCOS DE UN PERRO
La educación desde que el perro es un cachorro y llega a casa es fundamental por lo que empezar en casa es la ayuda que se necesita de base para evitar los ataques y las mordeduras.
Para una mejor educación y siempre y cuando te sea bastante tedioso porque tu perro es muy tozudo -cosa que puede ocurrir en muchos casos-, ayúdate de refuerzos positivos para él y cómo no, unas buenas galletitas naturales a modo de snacks para perros, como las galletas de merluza con brócoli, por ejemplo, bajas en calorías que tanto les llaman la atención por su increíble aroma y sabor o las que puede degustar de entre nuestro pack mensual de galletas artesanas para perros que puedes configurar con solo contactar con nosotros –anímate a que tu perro las pruebe-, están demostrando que son una gran muletilla para que el perro pueda educarse o instruirse más rápido y más efectiva.
Es muy importante tener una estrecha y asidua relación con el perro, jugar con él y realizar ejercicios juntos ayudará a reforzar la relación de humano-perro.
Enseñarle los mandatos básicos de sentarse, levantarse, quedarse quieto, ir a tu lado o que pare de hacer algo cuando se lo pides es fundamental.
No se puede dejar al perro solo por ahí, sin tu atención o supervisión ante otras personas o niños.
El provocar cierta socialización de forma no abrumante y paulatina ayudará a que el perro no tenga comportamientos que puedan suponer un peligro de ataque o mordedura.
Mantén al día la salud del perro y sus vacunas, para evitar también que cualquier mordisco o percance que acabe en ataque pueda tener más consecuencias que una herida y pueda provocar infecciones al herido.
Una buena alimentación, con una dieta equilibrada y llena de nutrientes básicos para el perro con su cantidad correcta de proteínas, vitaminas y sin aditivos como el tipo de dieta Barf de rica ternera con frutas hígados y chía, ayudará al perro estar sano y equilibrado y a mantenerle contento y feliz.
Mantén un cierto ritual a la hora de darle de comer, edúcale en su toma de alimento porque como te hemos comentado.
La comida puede ser un motivo por el que el perro muerda y hay que procurar que los niños o desconocidos no le acerquen bocado alguno a su boca.
Si le das un puñado de alimento de calidad como un buen pienso o alimento deshidratado natural de pollo y huevo a su boca y el perro no está suficientemente educado en la hora de tomar la comida puede que se lleven un buen mordisco confundiendo sus dedos con tan rico bocado.
Si notas que tu perro tiene ciertos comportamientos agresivos no dudes en acudir a un veterinario o etólogo para que pueda ayudarte ¡Es muy importante!
Ya sabes, para evitar que tu perro muerda hay que tenerles educados desde cachorros, enseñarles, estar atentos a ellos siempre en sus salidas y cuando están cerca de los niños y desconocidos, mantenerle siempre sano y saludable, tener una buena relación con él y estrechar lazos y lo más importante, conocer las señales que pueden indicar cuándo un perro muerde o puede morder, es decir conocer a tu perro.
¿Te hemos ayudado a saber mejor el por qué muerden los perros?
¡Esperamos que sí! Ya sabes, los perros muerden siempre por algún motivo, ¡evítalo!.